LOGAN SANDERS
ALMOST HUMAN, BUT NOT QUITE
TECNOQUINESIS
Habilidad no-nata en Logan, fue la reacción de su cuerpo a los experimentos que realizaron con él durante el Proyecto Darwin, cuando tenía entre siete y diez años.
De sus dos destrezas, es la que más maneja, y a la que da más uso por su trabajo como hacker.
Puede conectarse mentalmente y controlar cualquier aparato electrónico cercano sin tocarlo. Incluso es capaz de acceder a redes y terminales remotos, si estos están conectados a la red.
Al no ser algo que el cuerpo humano asimile de forma natural, existen varias consecuencias tras el uso de su poder.
Además del clásico dolor de cabeza, los ojos le arden si está mucho tiempo conectado. En ocasiones se ha quedado completamente ciego durante un par de horas.
Su modo de vida y su afinidad con las máquinas le complican seguir los ritmos de vida de una persona normal. Se salta comidas y noches enteras de sueño. Aunque para él no suponga ninguna diferencia (ya que su propio sistema nervioso no lo percibe como algo malo), su rendimiento físico sí se ve afectado.
ELECTROSTÁTICA
Poder derivado de su tecnoquinesis, lo descubrió hace poco tras un pequeño accidente.
Esta habilidad le permite generar y conducir electricidad por su cuerpo. Sus usos varían desde dar calambres bastante desagradables a un ser vivo, hasta poner en funcionamiento una máquina sin batería.
Apenas tiene control sobre este poder secundario, y a menudo le sale sin querer, especialmente si está sufriendo una emoción fuerte. Al usar además energía propia para generar estas descargas, siente fatiga muy fácilmente cuando lo utiliza.
Sin embargo, no es ni mucho menos inmune a los choques eléctricos, por eso le tiene tanto pánico a meterse al agua.